Incidencia para los derechos humanos
Generalmente, la incidencia se define como un conjunto de acciones y actividades dirigidas a promover una opinión, una causa o la situación de un grupo de personas con el objetivo de influenciar y modificar positivamente las políticas públicas, así como la opinión pública. La lucha por la implementación de los derechos humanos y contra la impunidad y la corrupción requiere, por lo tanto, acciones de incidencia a favor de reformas legislativas, políticas e institucionales acordes con los estándares internacionales en materia de derechos humanos, o contra normas, prácticas o medidas gubernamentales discriminatorias o en violación de estas normas.
¿Para qué sirve la incidencia?
Al canalizar la participación ciudadana, particularmente la de las mujeres, ya sea en el marco institucional o comunitario, la incidencia para los derechos humanos busca que las opiniones provenientes de los sectores más desfavorecidos de la población sean escuchadas y tomadas en cuenta por los tomadores de decisiones.
Por lo tanto, las actividades de incidencia de alto nivel tienen como objetivo atajar la impunidad y la corrupción, las causas estructurales de la desigualdad, la injusticia y la pobreza. Estos intercambios, por su potencial transformador, permiten abordar los prejuicios y las prácticas discriminatorias contra las mujeres y las personas en situación de vulnerabilidad, que lamentablemente siguen profundamente arraigados.
Y concretamente, ¿Qué resultados trae la incidencia?
Para desempeñar un rol de apalancamiento con las autoridades y alentarlas a que tomen las medidas necesarias para que se respeten los derechos a la verdad, la justicia y la reparación, organizaciones de la sociedad civil que defienden estos últimos pueden desarrollar sus argumentos y presentarlos de manera efectiva al Estado y dentro de los foros regionales e internacionales apropiados utilizando herramientas desarrolladas para tal fin. La contribución distintiva de ASFC a la incidencia, por lo tanto, radica en su enfoque en la base jurídica y las normas que rigen el diálogo entre la sociedad civil y el Estado, entre organismos internacionales y Estados, de Estado a Estado, etc.
Los medios utilizados para implementar la incidencia son numerosos y van desde la elaboración de recomendaciones sobre proyectos de ley que serán presentados a las autoridades públicas, hasta la realización de análisis de jurisprudencia que equiparán a nuestros socios, a través de la elaboración de documentación jurídica que servirá de base para campañas de sensibilización de la sociedad civil.